miércoles, 18 de marzo de 2015

Cortometraje vital.


Salta de escenario. No te quedes pasmado viendo las mismas cosas de siempre.
¿Te asombra que cada vez sea la repetición de lo similar, de lo idéntico? Si no cambias tú, siempre te vendrán las mismas situaciones, la misma gente, los mismos obstáculos.
Párate y da un salto hacia atrás. Observa la pantalla de tu vida y corta el fragmento que ya no vibre contigo, con ese mismo que ya no te identificas, que te hace recordar aquello que quieres dejar de ser.
Afronta el corte profundo de una etapa importante de tu vida. Ya nunca nada volverá a ser como antes. Ahora, todo se volverá más ligero y compacto. Flotas en el viento de nuevas sensaciones donde te envuelve un aire fresco que refresca tu vida de experiencias que te harán crecer conscientemente y de las que tu ser participará plenamente.
Atrévete a plantarte cara a ti mismo y a decir basta. Analízate y haz todos los cortes necesarios para que el verdadero protagonista de la película, seas realmente tú: el fiel reflejo de tu espíritu.

domingo, 8 de marzo de 2015

Aguas revueltas.


Sé paciente. Deja que tus ataques de ira, rabia y furia penetren en ti, siéntelos, que recorran todo tu cuerpo.

Mantente aislado de ellos. Como un observador que visiona una película que no forma parte de él. En ese instante, ni se te ocurra decir lo que pasa por tu mente. Está demasiado contaminado, excesivamente viciado y distorsionado como para ver objetivamente la realidad.

No merece la pena comportarte según los impulsos de las emociones: Son tan variables, pendulares y maleables que hacen que nos balanceemos en los polos extremos de nuestro sentir.

La clave es mantenerte atento, lo más centrado posible, firme y ecuánime para resistir las marejadas y envites emocionales que padecemos.

Debemos controlarlos y calmarlos hasta entrar en un estado de serenidad donde las aguas vuelvan a su cauce y podamos percibir la claridad de la realidad.

Ahora sí, ya puedes expresar lo que se encuentra en tu mente, previo paso del corazón – garantía de la verdad absoluta de nuestro ser -.

viernes, 27 de febrero de 2015

Re-comenzar.


El final de un ciclo requiere el comienzo de otro.

Todos los temores e incertidumbres que hacen arraigarte a lo ya conocido, te limitan y te empujan a encerrarte en lo de siempre y a no explorar; a no ver diferentes caminos ni nuevos horizontes.

Dejemos atrás lo que ya no resuena con nuestro ser. Superemos eso que nos impide crecer y que llevamos como una carga que nos agria el alma.

Hay que dar salida a lo viejo, a lo que ya no te renueva por dentro, a lo anquilosado y enquistado que te atrapa sin poder salir.

Una retirada a tiempo es una victoria. A veces nos empeñamos en seguir con cosas que están acabadas, que ya no se sostienen  en una tierra fértil, sino que se sedimentan en una tierra seca y estéril.

Por más duro que pueda parecerte, los sueños o quimeras por las que algún día dejaste tu vida, ya no son alimento para la misma, sino su veneno; un estorbo que te impide saborear nuevos retos, éxitos y caminos que te lleven a la plenitud y bienaventuranza.

Es momento de reencontrar lo que es en ti.

lunes, 15 de diciembre de 2014

Máxima Victoria.


No ceder a las perturbaciones y presiones del otro. Crear una burbuja donde resistir a sus fluctuaciones emocionales.

Sigue los instintos más íntimos de tu corazón y persíguelos sin que intermedie la mente; que no le dé tiempo a reflexionar, a pararse a pensar si es correcto o incorrecto, bueno o malo, real o ilusorio.

Que no frenen tu progreso, tu dirección, tu camino hacia lo alto.

No dejes que te empujen otra vez hacia las aguas turbias de la emocionalidad incontrolada del movimiento pendular de un autodesconocimiento, que hace que te pierdas en esta inmensidad llamada vida.

Mantente firme, ajeno a las opiniones y estados de ánimo de los demás. Se imperturbable y ten una voluntad de hierro para que nada ni nadie te afecte.

Se dueño de ti mismo. Esa es una máxima. La máxima dicha, la máxima gloria: “Vencerse a uno mismo.”

martes, 9 de diciembre de 2014

Vientos lúcidos.


Deja tu muralla entreabierta, sube las persianas, abre las ventanas y ventila bien el olor a cerrado de tu interior. Permite que penetre de sol, que entre el viento, que se llene de vida ese rincón de tu alma al que le da miedo mostrarse tal y como es hacia el exterior.
Abraza la vida en su plenitud, conténtate y da gracias por el simple hecho de existir. Comparte tu alegría y ganas de vivir, y despréndela, para que aquellos que convivan contigo ,se contagien y vibren en una frecuencia de armonía y amor.
No prejuzgues a nadie por tal o cual comportamiento, todos hemos de pasar por diversas situaciones para aprender de  nuestros errores y acertar.

Bríndate la oportunidad  de seguir creciendo y de alumbrar esa sombra que cada vez se hace más presente, pero al mismo tiempo, menos temible y pequeña.
Juntos iluminaremos la magnánima experiencia colectiva y conjunta de compartir nuestra esencia divina que portamos en nuestro interior.

jueves, 27 de noviembre de 2014

Camino trascendente.


Lo importante en la vida es caminar el camino sin preocuparse de llegar al destino. El esfuerzo en mover las piernas, paso a paso, con constancia y perseverancia, hace que nos desplacemos en el aumento de nuestra experiencia vital.

Nunca aceptes nada dado del otro. Siempre realiza tus propios movimientos y procúrate las cosas por ti mismo.
La independencia y autonomía en el accionar de tu camino es la única meta. Busca la trascendencia en tus acciones, lucha por materializarla.

¡Qué más da si al final lo consigues! Tu coraje y empeño en que así será, es lo verdaderamente importante.
El continuo combate de la vida está en nosotros mismos. Debemos vencer nuestra tendencia hacia la pereza, flojera, vaguería y languidez para superarnos a nosotros mismos, y hacer del deber y del esfuerzo nuestros ideales más magnánimos con los que encumbrar una vida épica y llena de heroísmo.

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Ser parte.

Soltar lo que ya no te hace falta, deshacerte de lo que ya no vibra en tu interior.  Si ya no resuena, fuera. Ya no te sirve. Esta disuelto en tu momento actual.
Observa dónde estás, fíjate bien por donde te mueves y cuál es tu alrededor. ¿Te gusta? Sigue. ¿No te gusta? Cámbialo. No pierdas tiempo, quizás mañana ya sea demasiado tarde.
Medita bien tu decisión, escucha a tu corazón y obra en consonancia, en concordancia con sus latidos, uno a uno te van guiando en tu camino.
Busca la coherencia en tus pensamientos y actos, así serás un todo indivisible, integrado y completo en el que la exposición ante la mirada ajena, ya no tiene importancia para ti. Solo mira tú interior y busca lo mejor de ti, así encontrarás tu calma y tranquilidad de ánimo para entregarte sin condiciones a la humanidad en su totalidad.
Ese es tu propósito, ser parte integral del todo humano al que perteneces.